Enfermedad de Boca, Manos y Pies: Una Guía Completa para Padres

Te contamos en profundidad sobre la enfermedad de boca, manos y pies, incluyendo sus causas, síntomas, tratamiento, prevención y consejos útiles para los padres.

https://res.cloudinary.com/dghlpdczf/image/upload/v1724180941/i68ebci5f5kjscieq49x.png

La enfermedad de boca, manos y pies es una infección viral común que afecta principalmente a bebés y niños pequeños. Aunque su nombre puede sonar alarmante, esta enfermedad generalmente es leve y se resuelve por sí sola sin complicaciones graves.

 

¿Qué es la enfermedad de boca, manos y pies?

La enfermedad de boca, manos y pies es causada por diferentes tipos de virus del género Enterovirus, siendo el Coxsackievirus A16 y el Enterovirus 71 los más comunes. Esta enfermedad se caracteriza por la aparición de erupciones cutáneas en las manos, los pies y llagas dolorosas en la boca. Es altamente contagiosa y se propaga fácilmente en entornos como guarderías y escuelas.

 

¿Cómo se contagia la enfermedad?

El virus se transmite a través del contacto directo con secreciones de la nariz, garganta, saliva, líquido de las ampollas o heces de una persona infectada. También puede propagarse al tocar superficies contaminadas con el virus y luego llevarse las manos a la boca. El período de incubación, que es el tiempo entre la exposición al virus y la aparición de los síntomas, suele ser de 3 a 6 días.

 

Síntomas de la enfermedad de boca, manos y pies

Los síntomas de la enfermedad de boca, manos y pies suelen ser leves, pero pueden ser molestos para los niños pequeños. Los signos más comunes incluyen:

  1. Fiebre: Generalmente es el primer síntoma y puede ser leve o moderada.
  2. Llagas en la boca: Estas pueden aparecer en la lengua, encías y dentro de las mejillas, causando dolor y dificultad para comer o beber.
  3. Erupciones en manos y pies: Pequeñas manchas rojas o ampollas que suelen aparecer en las palmas de las manos, las plantas de los pies y, a veces, en las nalgas o las rodillas.
  4. Pérdida de apetito: Debido al dolor en la boca, es común que los niños pierdan el interés en comer o beber.
  5. Malestar general: El niño puede sentirse cansado, irritable y con menos energía.

 

Diagnóstico de la enfermedad

El diagnóstico de la enfermedad de boca, manos y pies generalmente se basa en la observación de los síntomas y el historial médico del paciente. En la mayoría de los casos, no se requieren pruebas de laboratorio, ya que los síntomas son característicos y fácilmente reconocibles. Sin embargo, en casos atípicos o si el médico sospecha de una infección más grave, se pueden realizar pruebas para identificar el virus causante.

 

Tratamiento de la enfermedad de boca, manos y pies

No existe un tratamiento específico para la enfermedad de boca, manos y pies, ya que es una infección viral que generalmente se resuelve por sí sola en una o dos semanas. El enfoque del tratamiento es aliviar los síntomas y hacer que el niño se sienta más cómodo. A continuación, se detallan algunas medidas que los padres pueden tomar:

  1. Aliviar el dolor y la fiebre: Se pueden administrar analgésicos de venta libre, como el paracetamol o el ibuprofeno, para reducir la fiebre y aliviar el dolor. Sin embargo, nunca se debe dar aspirina a los niños debido al riesgo de síndrome de Reye.
  2. Mantener una buena hidratación: Es importante asegurarse de que el niño beba líquidos para evitar la deshidratación, especialmente si tiene dolor en la boca. Ofrecer bebidas frías y alimentos blandos puede ser más fácil para ellos.
  3. Evitar alimentos irritantes: Los alimentos ácidos, picantes o salados pueden irritar las llagas en la boca. Opta por alimentos suaves y fáciles de tragar.
  4. Mantener la higiene: Lavar las manos con frecuencia, desinfectar superficies y evitar compartir utensilios con el niño infectado puede ayudar a prevenir la propagación del virus a otros miembros de la familia.

 

Prevención de la enfermedad de boca, manos y pies

Prevenir la propagación de la enfermedad de boca, manos y pies implica seguir prácticas de higiene adecuadas y tomar medidas para evitar el contacto con personas infectadas. Aquí algunos consejos clave:

  1. Lavar las manos: Es fundamental lavar las manos con agua y jabón con frecuencia, especialmente después de cambiar pañales, limpiar la nariz o antes de comer.
  2. Evitar el contacto cercano: Mantener a los niños enfermos alejados de la escuela, guardería o actividades grupales hasta que los síntomas desaparezcan.
  3. Desinfectar superficies: Limpiar y desinfectar regularmente superficies como juguetes, pomos de puertas y mesas para reducir el riesgo de transmisión.
  4. Educación en la familia: Enseñar a los niños a cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar y a no compartir utensilios o chupetes.

 

Complicaciones de la enfermedad

Aunque la enfermedad de boca, manos y pies es generalmente leve, en raros casos pueden surgir complicaciones. Estas pueden incluir:

  1. Deshidratación: Si el niño no bebe suficiente líquido debido al dolor en la boca, puede deshidratarse. Esto requiere atención médica inmediata.
  2. Infecciones secundarias: Las ampollas en la piel pueden infectarse si no se mantienen limpias.
  3. Complicaciones neurológicas: En casos extremadamente raros, el Enterovirus 71 puede causar meningitis viral o encefalitis, que son complicaciones graves.

 

Cuando consultar al médico

Es importante consultar a un médico si el niño presenta síntomas severos o inusuales, como fiebre alta persistente, dificultad para respirar, deshidratación o si las llagas en la boca impiden que el niño coma o beba. Además, si el niño tiene un sistema inmunológico debilitado o si los síntomas no mejoran después de unos días, se debe buscar atención médica.

 

La enfermedad de boca, manos y pies es una afección viral común en niños pequeños, caracterizada por síntomas que pueden ser molestos pero que suelen resolverse sin complicaciones graves. La clave para manejar esta enfermedad es mantener la calma, ofrecer cuidados paliativos en el hogar y seguir las pautas de higiene adecuadas para prevenir la propagación del virus. Consultar a un pediatra es siempre recomendable si hay dudas o si los síntomas son severos.